"... yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá" .

(Jeremías 33:20)


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(el rapto de la iglesia/"virgen de Sión")
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En Isaías 54:1 se nos presenta una mujer que da hijos a la "estéril" - la Jerusalem actual (nota 1). - y que parece ser la antítesis de la mujer de Apocalipsis 12, ya que se nos presenta como “desamparada”:

“¡Regocíjate, estéril,
la que no daba a luz!
¡Eleva una canción y da voces de júbilo,
la que nunca estuvo de parto!,
porque más son los hijos de la desamparada
que los de la casada»,
ha dicho YaHVéH”.

es decir, nadie pensó nunca que la "desamparada" iba a tener hijos y sin embargo es madre de una descendencia que se nos dice que es mayor que la que dio a luz la “casada” la cual - aparentemente - se esperaba que fuera la única en dar hijos a Sion.

* la "desamparada" y la "casada"

En Jeremías 33:24 se nos dice que la nación de YaHVéH – ISRAEL – tiene “dos familias”, que sabemos que son la “casa de Israel” y la “casa de Judá”. Y en Oseas 1:6-7 vemos que YaHVéH tuvo un trato diferente con cada una de ellas. Leamos:

“no me compadeceré más
de la casa de Israel,
ni los perdonaré.
Pero de la casa de Judá
tendré misericordia..."

Esto es, de una “no se compadecerá” y a la otra “tendrá misericordia”. Y aquella de la cual YaHVéH "no se compadecerá" - la "casa de Israel" - fue llevada a un destierro sin memoria entre las naciones, mientras que Jerusalem - la "casa de Judá - fue liberada milagrosamente del asedio de Senequerib.

Y en 2 Reyes 17: 18-23 se dice:

“Ninguno quedo sino solo la Tribu de Judá...
fue entonces Israel tomada lejos de su propia tierra
hasta Asiria...”.

Es decir, hubo un día en que las “dos familias” de la misma nación de YaHVéH toman rumbos diferentes: una fue al destierro entre las naciones (que todavía dura), y otra - la "casa de Judá" - permaneció en su tierra y, aunque mas tarde fue llevada cautiva a Babilonia - porque también fue rebelde a YaHVéH -,  volvió luego a su heredad.

Hoy – a la vista de las naciones - el pueblo judío parece ser la única descendencia de Abraham, Isaac y Jacob, en tanto que la "casa de Israel" permanece en misterio aun para muchos de quienes tienen intimidad con la Palabra.

Ahora podemos responder la pregunta inicial: la mujer “casada” es la "casa de Judá", y la mujer “desamparada“ que finalmente tuvo mas hijos que la “casada” es la “casa de Israel” - que son las diez tribus del norte lideradas por Efraín y Manases – desterrada entre las naciones desde el año 722 A.C., y sin memoria de su pasado israelita.

* el drama profético de Oseas y Gomer (nota 2).

Ahora bien, en el libro de Oseas vemos un extraño drama profético YaHVéH le dice a su siervo - Oseas - :

"Ve, toma por mujer a una prostituta
y ten hijos de prostitución con ella,
porque la tierra se prostituye
apartándose de YaHVéH".

Y - como leímos - le pide que tenga "hijos de prostitución" con ella. Y Dios Elohim - YaHVéH - le va poniendo nombres proféticos.

Con el nombre del primero anuncia que la “casa de Israel” - es decir el norteño reino de Israel, separado del reino de Juda  - será derrotada en batalla: “quebraré el arco de Israel”. El segundo fruto del vientre de Gomer fue una hija a la que YaHVéH le puso por nombre Lo-ruhama: “porque no me compadeceré mas de la "casa de Israel”, en donde se anuncia un “divorcio". Y al tercero, que es un hijo, le puso Lo-ammi, “porque vosotros no sois mi pueblo ni yo seré vuestro Dios”, en donde el divorcio está consumado. Y en Oseas 2:2 YaHVéH declara que la “casa de Israel” es como la prostituta Gomer y que por eso la desechará y la enviará al desierto de las naciones. Y ese castigo  a la “casa de Israel” incluye algo  terrible para quien fue parte de la nación de YaHVéH. Leemos en Oseas 2:11:

”Haré cesar todo su gozo,
sus fiestas, sus nuevas lunas,
sus sábados y todas sus solemnidades”.

El olvido decretado de las fiestas solemnes de ISRAEL y los sábados fue como quitarle “el anillo de compromiso” a la “casa de Israel”, y dejarla “sin Dios y sin esperanza” en el desierto de las naciones. Peor situación es difícil de imaginar.

De todas las “escenificaciones” que pidió YaHVéH a sus siervos, la que pidió a Oseas - tomar por esposa a una prostituta - es la mas compleja y dolorosa: involucra la elección de una esposa prostituta, la elección del nombre profético de sus hijos y la posterior separación de ese extraño matrimonio. Todos  estos episodios que desgarraron la vida íntima del profeta. Pero YaHVéH no hace nada por capricho y si la palabra profética se detiene con tanto detalle en este drama es porque quiere anunciar y subrayar algo trascendente.

El significado y propósito de las iglesias de Cristo y su destino están explicados en ese extraño drama. Si los creyentes hubiéremos reparado en todo lo que aquí se anuncia hubiéramos entendido sin desvíos todo lo concerniente al sentido, propósito y destino de las iglesias de Cristo.

Y este drama profético tiene un final feliz: YaHVéH pide a Oseas tiempo después de que le pidiera para abandonar a la prostituta Gomer – a la que antes había pedido que tomara por esposa - ¡le pide algo directamente inverso!:

“Ve y ama a una mujer amada
de su compañero y adúltera;
así ama YaHVéH a los hijos de Israel,
aunque ellos se vuelven a dioses ajenos..."
(Oseas 3:1)

Esto es, le pide que retome a Gomer en nuevo matrimonio y compara esta orden inversa con su amor misericordioso por los "hijos de Israel" /"casa de Israel" a quienes extiende de nuevo Su amor incondicional. Y Oseas obedece: va a buscar a Gomer y le dice:

“Tú serás mía durante muchos días;
no fornicarás ni te entregarás a otro hombre,
y yo haré lo mismo contigo”.
(Oseas 3:3)

Es el anuncio de un nuevo Pacto matrimonial fruto de la misericordia y el amor fiel a su ex esposa que ahora será una esposa fiel. Y esto se complementa con una declaración de amor eterno a su esposa antes infiel:

“Te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia,
juicio, benignidad y misericordia.
Te desposaré conmigo en fidelidad,
y conocerás a YaHVéH."
(Oseas 2:19:20

Esto es, a la "casa de Israel" - "Efraín" - apostata y desterrada sin memoria entre las naciones le sería extendido el amor misericordioso de su primer esposo: YaHVéH

* "sin mancha ni arrugas"

No debe asombrarnos entonces que el apóstol Pablo se refiera a la iglesia – esto es, las iglesias de Cristo despojadas de cizaña – como una novia preparada para un matrimonio santo:

“...a fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia gloriosa,
que no tuviera mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuera santa y sin mancha."
(Efesios 5:27)

dentro de un contexto en que asimila el matrimonio a la relación entre Cristo y la iglesia:

“porque el marido es cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia,
la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo,
así también las casadas
lo estén a sus maridos en todo".
(Efesios 5:23-24)

y también:

“pues nadie odió jamás a su propio cuerpo,
sino que lo sustenta y lo cuida,
como también Cristo a la iglesia, ...
Grande es este misterio..."
(Efesios 29:32)

Y estas declaraciones deberían sacudirnos  por su profundo significado: los cristianos estamos llamados a ser una sola carne con Cristo. Por eso es que en otro lugar se dice debemos "completar en nuestro cuerpo los padecimientos de Cristo", así como en un matrimonio bien establecido la esposa sufre los dolores de su esposo, y éste los de su esposa. Solo cuando llegamos a esta identificación con nuestro Señor podemos escuchar el llamado a las bodas celestiales:

"‘Bienaventurados los que son llamados
a la cena de las bodas del Cordero"...
‘Estas son palabras verdaderas de Dios’”
(Apocalipsis 19:9)

Estas bodas celestiales sustituyen a la ceremonia “nupcial” celebrada en el Sinaí en oportunidad del primer pacto. Leamos la declaración de YaHVéH en Jeremías 31:32, cuando anuncia el Nuevo Pacto:

“Vienen días, dice YaHVéH,
en los cuales haré un nuevo pacto
con la casa de Israel y con la casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres
el día en que tomé su mano
para sacarlos de la tierra de Egipto;
porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos,
dice YaHVéH”.

¿Leímos bien?: YaHVéH dice que fue un buen “marido” para las dos familias de ISRAEL y que estas invalidaron el Pacto. De modo que Dios/Elohim - YaHVéH - concibe los pactos con su pueblo como un pacto matrimonial. Y por consiguiente el Nuevo Pacto será también entre el Marido celestial y su Esposa: el ISRAEL DE DIOS/ virgen de Israel/ virgen de Sión/ iglesia de Cristo.

Las primeras bodas de YaHVéH con su pueblo fueron en las faldas del Sinaí, las segundas – tanto para la "casa de Israel" como para la "casa de Juda" – serán en el cielo. Las primeras terminaron en fracaso y fueron invalidadas por la infidelidad de Israel y Judá, las segundas serán eternas. ¿Entendemos ahora el profundo significado del drama profético de Oseas y de su renovado matrimonio con Gomer?.


*  los hijos de la “mujer vestida de sol” y los “hijos de la desamparada”
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La “mujer vestida de sol” de Apocalipsis 12, y la “desamparada” – “divorciada” – que da a luz en su condición de desamparo lejos de su Marido, son dos símbolos poderosos que expresan realidades distintas del plan de redención eterno de Dios/Elohim.. Pero, sin embargo,  los “hijos” de estas dos "mujeres" son los mismos: los redimidos.

Los redimidos son nacidos de Espíritu – renacidos – y en ese sentido son hijos de la mujer “vestida de sol” que es madre de los nacidos del Espíritu y que tienen por tanto una naturaleza celestial - de ahí que su ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20) -. Pero también son descendencia del apostata  “Efraín” - "hijos de Israel"/ "casa de Israel" - esto es, del Israel adúltero “sin Dios y sin esperanza” que debió de ser rescatado de su destierro entre las naciones  por la “pura gracia” divina. Ambas mujeres simbolizan  perfiles diferentes del mismo grupo de elegidos: los redimidos.

Y esta restaurada "virgen de Israel" - que eso son las iglesias de Cristo depurada de su cizaña - es entonces la que cumple las condiciones para un Nuevo Matrimonio con su Marido y Redentor (Isaías 54:5). Y ha de volver a su heredad perpetua: Sión, restaurada por su Gloria cunado vengan a existir "nuevos cielos y nueva tierra".

¿Visualizamos los creyentes ambas dimensiones de nuestra redención?. ¿Nos vemos como “hijos de prostitución” purificados por la sangre del Cordero para ser restaurados en una virgen pura - la “virgen de Israel” - y la vez hijos de la “mujer vestida de sol” nacidos del Espíritu eterno de Dios/Elohim y por lo tanto “participantes de la naturaleza divina”?.

En el tiempo en que la "virgen de Israel" - los redimidos - vuelva a Sión en el mundo venidero/atid lavoh, a morar con su Marido celestial, la Voluntad de YaHVéH será hecha "tanto en la tierra como en los cielos":

“En aquel tiempo ...dice YaHVéH;
responderé a los cielos,
y ellos responderán a la tierra”,
Oseas 2:21

Es que cielos y tierra tendrán una misma naturaleza: vibrarán al unísono bajo la voluntad del Altísimo. Este es el episodio final de la "alegoría" del nuevo matrimonio del profeta Oseas y la ex-prostituta Gomer que fue restaurada a una virgen pura.

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nota 1): en este pasaje es posible también entender la expresión "la estéril" como una referencia a "Jerusalem" actual en el sentido que la capital hace alusión al Reino que hoy es para YaHVéH un "tabernáculo caído" que aguarda ser levantado en el mundo venidero (Amos 9:11). En este contexto "la estéril" - que es hoy capital de un Estado laico y mayoritariamente ateo - ve llegar luego de su colapso y restauración a una multitud de hijos fruto de la descendencia de aquella que nunca pensó que podía tenerlos por vivir en el destierro: la "desamparada" casa de Israel.

nota 2): es frecuente que YaHVéH pida a sus profetas que escenifiquen episodios que escenifican la profecía que luego anunciarán. Sucedió con Isaías (Is. 20:3), con Jeremías (Jer. 13:1-7), y con Ezequiel (Ez. 4:1—5:17), por ejemplo.

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La historia del nuevo matrimonio de la "desamparada" se puede leer - también - en:


en donde se narra esta historia inscripta en las constelaciones desde el inicio de los tiempos.


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